Somos los espectadores de un cambio importante en nuestro país. Es una interrogación pero con una respuesta inmediata, no hay duda.
Hemos llegado al límite en un sistema corrupto tanto por las altas esferas como en el día a día de la calle. Corrupción en los Políticos y pillería en la población. Todos abanderados por la misma bandera; la de la impunidad. Los Políticos roban porque saben que nada les pasará. El asesino mata porque conoce que serán pocos los años que pasará en una celda. El carterista roba porque está acostumbrado a entrar y salir de las comisarías varias veces al día. Los ciudadanos no cumplen las leyes porque no hay un miedo por incumplirlas. Hasta la banda más sanguinaria en España, ETA tienen más derechos que las propias víctimas. Somos un país sin autoridad, basado en ejemplos permanentes de gestiones socias, falta de justicia. Una mierda que ha ido salpicando al resto, porque: ¿Quién tiene legitimidad moral en estos momentos para decirnos que sigamos un camino recto? La única forma para que un país salga adelante y se levante. Está claro. O comienza a ir gente a la cárcel. O, se paga lo que se hace mal. O se crea una justicia JUSTA, o nos hundimos como el Titanic.
Autora: Sol Sánchez Sánchez
(Gracias por cedernos tu maravillosa prosa)
Yo, por si acaso, ya me he apuntado a clases de natación.
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